El Violinista del amor & los pibes que miraban vuelven a los escenarios tras casi dos años de ausencia. Munidos de acordeones, banjos, mandolinas y vientos, alzan puños y voces sin mucho que perder. Melodrama, malhumor, melancolía, culpa y -como siempre- fantasmas, terminan siendo doblegados a fuerza de humor, ironía y desenfado: gipsy punk, valses fantasmales, revientes balcánicos y tarantelas; todo versionado impunemente, como si toda la música fuese oriunda de la misma patria cínica y amarga. Su regreso a las tablas promete un desquiciado repaso de su propio repertorio y de los himnos y canciones de revoluciones que no fueron.

Los Catacumbias amalgaman sonidos oscuros y psicodélicos con ritmos propios de la cumbia, atravesando paisajes sonoros hipnóticos, opresivos y de euforia distorsionada. Las influencias provienen tanto de la cumbia tradicional, como del rock alternativo y progresivo.