Halo es el séptimo álbum de Juana Molina, y confirma el camino experimental iniciado años atrás a la vez que se constituye como un nuevo mojón en la construcción de una voz propia e inconfundible. 
Ella está "en un viaje evolutivo de su propia concepción" (Pitchfork), y empuja una vez más su "misteriosa, hipnótica" música "a alturas cada vez más inquietantes” (escrito por la revista Spin sobre su disco anterior). 

Halo fue grabado en el estudio en la casa de Juana Molina fuera de Buenos Aires y en el Sonic Ranch Studio de Texas, con contribuciones de Odin Schwartz y Diego López de Arcaute (que han tocado en vivo con Juana por varios años), y Eduardo Bergallo (que ha participado en la mezcla de sus álbumes anteriores), con John Dieterich de Deerhoof como artista invitado en algunas canciones.