La obra se sitúa en entornos íntimos y cotidianos atravesados, claramente, por la fantasía y la imaginación. El espacio central es el de una habitación que, desde sábanas, pijamas y lucecitas, parte hacia una aventura “De monstruos y bichos feos”; que busca trasladar al público a otros sitios imaginarios.
La obra se sitúa en entornos íntimos y cotidianos atravesados, claramente, por la fantasía y la imaginación. El espacio central es el de una habitación que, desde sábanas, pijamas y lucecitas, parte hacia una aventura “De monstruos y bichos feos”; que busca trasladar al público a otros sitios imaginarios.
La obra se sitúa en entornos íntimos y cotidianos atravesados, claramente, por la fantasía y la imaginación. El espacio central es el de una habitación que, desde sábanas, pijamas y lucecitas, parte hacia una aventura “De monstruos y bichos feos”; que busca trasladar al público a otros sitios imaginarios. Allí, tres personajes, en un intento por “pasar el tiempo y el aburrimiento de no poder salir” juegan y dialogan en su habitación sobre sus miedos y pesadillas. Y en cada instancia de descubrimiento y reconocimiento de estos miedos, se les presenta un juego, canción o cuento que los invita a encontrar otras maneras de “mirarlos”, y a divertirse en desarmarlos y disponerlos para jugar. Es una oportunidad para la risa y la creatividad. La escenografía y utilería parecen cobrar vida, ya que los objetos y los elementos utilizados resultan ser instrumentos musicales. Así, estos personajes juntos a los espectadores, irán construyendo caminos para transformar sus miedos y superarlos. Interpretación: Guillermo Bonaparte (guitarra y voz); Camila Franco (flauta traversa y voz); Matías Rodríguez (percusión y voz). Dirección: Nelson Balmaceda Vestuario: Julia Ferrero Diseño de iluminación: Fernanda Albornoz Arreglos musicales: La Música Nos Amontona
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